Los ángeles que custodian la Catedral de Puebla y los secretos que esconden
La Catedral de Puebla de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción es una de las construcciones más importantes del estado, fue declarada Patrimonio Cultural desde 1987 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
La Catedral de Puebla se empezó a construir en noviembre de 1575 por órdenes del Rey Felipe II de España y fue consagrada por el obispo Juan de Palafox y Mendoza el 18 de abril de 1649.
Su construcción se le encomendó al arquitecto Francisco Becerra. Sin embargo, la falta de recursos y cambios en el reinado hicieron que las obras se detuvieran hasta 1626.
En 1634 el maestro mayor de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, Juan Gómez de Trasmonte, se encargó de realizar algunas adecuaciones al proyecto, dándoles un aspecto más clásico y una planta basilical.
Su estilo es herreriano, con fachadas renacentistas e interiores barrocos, cuenta con dos impresionantes torres que miden 70 metros de altura, siendo en su época las más altas de las colonias americanas.
La Catedral ocupa un espacio rectangular y tiene un gran atrio; tiene cinco accesos, uno en cada costado y tres al frente, donde se sitúa la Puerta del Perdón, que solamente es abierta una o dos veces al año.
Una de las características más impresionantes de la catedral es que su gran atrio está rodeado por 58 ángeles que la custodian de día y noche.
De acuerdo con la leyenda, estos mismos ángeles ayudaron a montar la campana de Santa María de la Concepción en la torre.
La historia cuenta que las torres de la Catedral de Puebla se comenzaron a construir hasta 1678 y, una vez terminadas, se colocaron las campanas. Las más grande de ellas pesaba más de 8 toneladas, se dice que los hombres que habían trabajado en la construcción intentaron subirla por 30 días sin lograrlo, incluso algunos fallecieron en el intento.
Hasta que una noche, el guardia de la construcción visualizó en sus sueños cómo unos ángeles bajaban del cielo y subían la campana.
Al día siguiente, los poblanos se sorprendieron al darse cuenta de que la campana había desaparecido del atrio, algunos pensaban que había sido robada, tras varias horas de buscarla se dieron cuenta de que ya se encontraba en su lugar.
Por eso, la leyenda señala que la iglesia fue construida por ángeles.