“Se reían de mí mientras me robaban”: víctimas acusan modus operandi del “Cártel del Despojo” en Cholula

Vía: El Sol de Puebla
El gobernador Alejandro Armenta Mier dijo que este cártel se infiltró en Puebla con el apoyo de autoridades judiciales, quienes serán investigadas por dicho acto.
“Vi cómo se robaban mis cosas mientras se reían de mí”, narra Ligia Sared, quien fue desalojada de su propiedad, al igual que seis familias más, el pasado 16 de julio por el denominado “Cártel del Despojo”. En este hecho, registrado en la calle Rosendo Márquez de la colonia Gobernadores, ubicada en San Andrés Cholula, están involucradas autoridades judiciales del estado de Oaxaca, acusaron dos de las víctimas.
En entrevista con El Sol de Puebla, Sared y Adán Larracilla, ambos propietarios de dos viviendas apropiadas presuntamente por dicho grupo delincuencial, compartieron que, pese a que los hechos se registraron apenas dos semanas atrás, este hecho fue planeado desde el 2022, cuando este grupo de personas, supuestamente, se adueñaron ilícitamente de un primer terreno en dicha calle.
Ligia Sared narró que, en el año 2019, su padre -quien fue arquitecto- empezó a construir la vivienda de la que fue desalojada. Ella se mudó a la misma en el año 2019, sin que tuviera vecinos del lado derecho e izquierdo, pues eran terrenos baldíos intestados por uno de sus tíos.
Mientras se arreglaba la situación legal de dichos terrenos, en el año 2022, arribó un grupo de personas al terreno de la derecha de su vivienda, quienes, según apuntó, podrían estar detrás de este hecho junto a autoridades judiciales de Oaxaca. “Yo me despierto un sábado y veo que están limpiando el terreno, les aviso a mis familiares y pregunto si lo habían vendido porque estas personas, muy violentas, decían que era suyo, sin papeles ni nada. Lo cercan y ponen a varias personas con armas para proteger lo que ya se habían robado”, expuso. En ese mismo año, informó, fue cuando empezaron a construir, sin embargo, fue hasta hace seis meses que empezaron a habitar el espacio.
“De seis meses para acá, diario hacían fiestas, con un volumen de música que yo pensaba ‘me van a romper mis ventanas’, sabiendo que están en un terreno que no les pertenece”, expresó.

¿Cómo se apropiaron de siete bienes en la calle?
Larracilla, quien tenía un terreno en el que había emprendido la construcción de una vivienda (sin que habitara ahí todavía) expuso que, tras investigar el por qué dichas personas lograron arrebatar tales propiedades, se percató que este fue un hecho en la que están involucradas autoridades judiciales del estado de Oaxaca, quienes lograron emitir una sentencia, remitida a un juez federal en Puebla, para lograr el desalojo.
“Se siente frustración, nunca espera uno que le vayan a pasar estas circunstancias, habiendo tantos candados, una Constitución, autoridades, ¿porque llegan a pasar estas cosas?”, insistió el hombre, quien ya presentó una denuncia ante la Fiscalía General del Estado por el hecho, registrada con el folio FGEP/CDI/FIR/FIR-II/005622/2025. “Estamos a punto de entregar una solicitud colectiva de amparo en donde se enumeran todos los delitos que se están cometiendo para que se suspenda este asunto”, informó.
Según describió, para lograr el desalojo, las personas responsables emprendieron un juicio ejecutivo mercantil en un Juzgado de Distrito ubicado en el municipio oaxaqueño Acatlán de Pérez Figueroa. En este, simulan un acreedor y un deudor por un millón de pesos, quienes afirman ser habitantes de dicha entidad.
En el transcurso del juicio, el deudor dice no tener dinero para liquidar su deuda, pero sí un terreno de 720 metros cuadrados en la colonia Gobernadores, en el estado de Puebla. Así, el juez federal en Oaxaca ordena (sin verificar que realmente sea el dueño) que se escriture la propiedad a nombre del supuesto acreedor para saldar la deuda.
“Obviamente, no está la escritura de la propiedad, no existe como tal, pero no se checa eso, la sentencia dice que se tome la propiedad y se gira un exhorto a Puebla, donde el juez poblano no puede interpretar, ni decidir nada en la sentencia, sino que únicamente puede ir con la fuerza pública para tomar las propiedades, varios errores hay en esto, porque se hace con extrema violencia”, explicó.
Cabe mencionar que, el pasado 29 de julio, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, condenó lo sucedido, afirmando que el denominado “Cártel del Despojo”, logró infiltrarse en Puebla con el apoyo de autoridades judiciales, quienes serán investigadas por tales actos. “Detrás del Cártel del Despojo hay muchos, muchos presuntos delincuentes de cuello blanco (…) hay un Cártel Inmobiliario que se infiltró en el Poder Judicial en Puebla y que se infiltró en la administración pública, estamos atendiendo el tema con apego a la ley”, señaló.
Desalojo estuvo marcado por violencia e irregularidades
Larracilla expuso que, en este desalojo, además de vaciar las propiedades que eran habitadas, se cambiaron las chapas de las puertas principales y no fueron entregados los documentos que acreditaran dicha orden a los dueños. También se desalojaron dichas viviendas pese a que la sentencia dicta que se trata de un terreno sin construcciones.
“Se ve que es un proceso muy ensayado, haciendo memoria de cómo adquirimos el terreno, de la etapa de construcción, vivimos uno o dos incidentes pequeños donde nos robaron algunas cosas, que le daban vueltas a nuestra propiedad. En pláticas con los demás vecinos nos quedó claro que nos estuvieron analizando por lo menos dos años atrás”, compartió.
Esto coincidió con lo manifestado por Ligia Sared, quien fue la única víctima que pudo llegar a rescatar algunas de sus cosas, y a sus mascotas, antes de que ingresaran a su vivienda el día del desalojo. “Ese día salí a trabajar a las siete de la mañana y durante el día me marca una vecina y me dice: ‘hay muchísima gente afuera de tu casa’, veo las cámaras de vigilancia y sí, ya estaban rompiendo la reja”, narró.
Tras ello, pidió a su madre y a su tía que se trasladaran al sitio mientras veía la forma de salir de su trabajo, ya que le preocupaba que sus mascotas fueran a escaparse o ser lastimadas por ese grupo de casi 40 personas, algunas de ellas, aseguró, iban armadas.
“Cuando llegué ya estaba invadida mi casa, solo habían como tres policías, entro y veo cómo deshacían mi vida, robándose cosas mientras la metían en sus bolsillos. Otras las aventaban a un camión como si yo fuera una delincuente. Salgo a la calle y veo que a otras casas les hacían lo mismo”, recordó.
En el momento, las personas que ahí se encontraban no le permitían grabar lo que pasaba, mientras el grupo -del que sospechan orquestó este delito- se reía de la mujer en la parte de afuera, narró. “Es una impotencia que no le deseo a nadie, nadie nos explicaba nada, seguía sin entender el por qué, me impedían entrar a mi casa y me decían ‘te vamos a arrestar’, imagínate”, expresó.