Ciudad de México se está hundiendo a un ritmo preocupante, revela estudio
Uno de los muchos problemas que aqueja a la Ciudad de México es el hundimiento que presentan varios de los edificios. Esta situación, de acuerdo con un estudio elaborado por «Advancing Earth and Space Sciences», ha empeorado en los últimos años de una manera alarmante.
Dicha situación provoca que las capas de arcilla se compriman y agrieten de una forma exageradamente rápida. Este encadenamiento de sucesos pone en riesgo la infraestructura de CDMX y amenaza con agravar la crisis de agua en la región.
«Imagina una huella en la arena mojada. Cuando se quita el pie y el agua vuelve a filtrarse, la huella comienza a llenarse una vez más, como una almohada hundida que se vuelve a inflar. Sin embargo, el peso continuo de una ciudad en expansión y la extracción constante de agua subterránea hacen que un mayor hundimiento sea en gran medida inevitable. El hecho de que esta inmersión también se esté produciendo en regiones aún no lastradas por la urbanización es especialmente preocupante», explica el estudio.
«Imagina una huella en la arena mojada. Cuando se quita el pie y el agua vuelve a filtrarse, la huella comienza a llenarse una vez más, como una almohada hundida que se vuelve a inflar. Sin embargo, el peso continuo de una ciudad en expansión y la extracción constante de agua subterránea hacen que un mayor hundimiento sea en gran medida inevitable. El hecho de que esta inmersión también se esté produciendo en regiones aún no lastradas por la urbanización es especialmente preocupante», explica el estudio.
El suelo de la Ciudad de México se está hundiendo a un ritmo de casi 50 centímetros por año, y consideran que dicha situación no cambiará próximamente
El artículo en el que participaron investigadores estadounidenses y mexicanos, detalla que el suelo de la Ciudad de México se está hundiendo a un ritmo de casi 50 centímetros por año, y consideran que dicha situación no cambiará próximamente.
Calculan que el suelo se seguirá compactando durante unos 150 años más, tiempo en el que se pronostica un hundimiento de hasta el 30 por ciento. Estos cálculos son respaldado por una combinación de 115 años de mediciones terrestres y 24 años de mediciones espaciales.